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martes, 6 de enero de 2009

¿QUÉ ERA LA ESTRELLA DE BELEN Y QUIENES LOS REYES MAGOS?

Por ANTONIO LAS HERAS

Solo el evangelista Mateo cuenta la noticia. “Nacido, pues, Jesús en Belén de Judea en los días del rey Herodes, llegaron de Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?. Porque hemos visto su estrella al oriente y venimos a adorarle” (2,1-2) Estas son los únicas referencias ciertas con que contamos. Para los Evangelios, se trata de “unos magos”. Ni tres, ni Melchor, Gaspar y Baltasar. Cantidad y nombres que sí aparecen en otros textos sagrados.

¿Quiénes eran estos “magos”? Se nos dice que llegaban “desde Oriente”; esto es de Persia, Babilonia, Asiria o Caldea. Todas culturas que contaron con importantes conocimientos astronómicos: posición de los estrellas, los planetas y capacidad para predecir las posiciones futuras de éstos sobre la esfera celeste. De la misma manera que para los sabios de estos pueblos ya entonces era posible predecir un eclipse de Sol o de Luna, también lo era determinar singulares posiciones planetarias. Como, además, ejercían la Astrología era natural que sus ‘lecturas’ les permitieran deducir que ante un hecho cósmico especial estuviera pronto el nacimiento de cierto hombre diferente. Lanza del Vasto, filósofo y discípulo de Gandhi, sostenía que los Magos conocieron “merced a su ciencia astrológica, el lugar de nacimiento y la calidad de quien había de nacer”.

¿Por qué el Evangelista los llama “magos”? Mago es una palabra que deriva del pahlavi “magh” o “mogh” que significa “quien comparte el don”; esto es personas poseedoras de poderes superiores al normal. Tales magos recibían desde niños una educación esmerada, siendo preparados para una vida de sabiduría, disciplina y desarrollo espiritual anunciada - antes de que nacieran - por vía profética o astrológica. Esto permite suponer que los magos venidos de Oriente, guiados por cálculos astrológicos, buscaban a alguien que “compartía el don”.
Explica Mateo que Herodes se convence, por ello “llamándolos en secreto, les interrogó sobre el tiempo de aparición de la estrella” (2:8) Como todos sabemos, estos hombres sabios tras hallar a Jesús recién nacido realizan sus ofrendas de incienso, mirra y oro en polvo para regresar a sus sitios de origen. Lo cual también resulta extraño: ¿Toda la finalidad del viaje era llevar unos regalos o había más? Una hipótesis poco frecuentada es que los magos habrían querido convencer a José y María que les permitieran llevarse al recién nacido para educarlo en sus artes esotéricas.

En cuanto a la extraña “estrella”, ¿qué decir?. Las Escrituras no aclaran cuando dejó de observarse, o que fue de ella en el firmamento.

La Astronomía actual permite afirmar que cuatro años antes del nacimiento de Jesús, un 5 de agosto, hubo en los cielos, siendo perfectamente visible sobre toda Palestina, un fenómeno astronómico conocido como ‘conjunción’ que es cuando varios planetas, de manera aparente, quedan superpuestos en el firmamento dando la impresión de tratarse de sólo una gran estrella. En esa fecha ocurrió así con tres planetas muy luminosos y brillantes: Venus, Júpiter y Marte. Aojos del profano una ‘estrella refulgente’ aparecida repentinamente, se destacaba en la negrura estelar.

Mucho es lo que se ha supuesto: un cometa – tal vez el que después llevó el nombre de Halley – o una supernova (cierta estrella que, de repente, explota brillando aún a pleno día, como ocurrió seis años antes del nacimiento de Jesús) o la conjunción señalada renglones antes u otra que pudo haber ocurrido en fecha próxima. O una manifestación milagrosa debida a los designios del Creador...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya es notable ver que no estaba tan mal. muy interesante todo lo escrito. Ya habia leido algo de ello, y varias cosas mas por deducción. Siempre sabemos poco de los reyes magos, pero es interesante de los lugares donde vinieron. Ademas estudios han mostrado como seria el cielo en esos años, ya que el universo tambien gira, entonces justamente demostraban como regresando el giro universal, esos planetas no solo se pudieron alinear, sino que ademas formaban una recta partiendo desde el centro del semicirculo terrestre. por lo cual se veía que la estrella caía a la mitad del firmamento.

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