Masonería para Todos

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viernes, 18 de mayo de 2007

LA FRANCMASONERIA VISTA POR EL NAZISMO 3

3ª Parte

LA FRANCMASONERIA COMO FORMA ANTAGONICA DEL NACIONALSOCIALISMO

Francmasonerí­a y Fascismo


Como todos los Estados gobernados en forma enérgica y antidemocrática, al servicio exclusivo de la Comunidad, también la Italia Fascista se vio pronto obligada a entrar en disputa con la Francmasonería. Esta lucha contra la "serpiente verde", como la Francmasonerí­a es denominada en Italia, adquirió formas sumamente vehementes. Las sedes de las logias fueron asaltadas y los "hermanos" atacados violentamente.

El 13 de febrero de 1923, el Gran Consejo Fascista promulgó una primera resolución contra la Francmasonerí­a, mediante la cual todos los fascistas que eran miembros de logias fueron exhortados a romper sin dilación sus nexos con la Francmasonerí­a. A esta resolución siguió una serie de ulteriores decisiones y leyes, que finalmente, mediante la Ley Anti-Francmasónica de 1925, desbarataron por completo la organización de la Francmasonerí­a italiana, obligando a una gran parte de sus miembros a emigrar.

El tono con el cual el Gran Maestre Torrigiani respondió a las medidas del gobierno fascista, fue de una presuntuosidad sin límites. A esto se agrega que Torrigiani trató, según la táctica francmasónica, de soliviantar al mundo internacional de las logias contra la Italia fascista. Una de sus publicaciones, en octubre de 1922, terminó con las siguientes palabras:

"La idea de la humanidad, la conciencia de la confraternidad de las naciones, es lo que queremos difundir. Estas son también hoy las directivas de nuestra labor. Y por tal razón queremos esperar que las teorí­as fascistas no adopten formas, que signifiquen una bofetada para todos los conceptos de democracia y libertad y terminen por constituir una dictadura, una oligarquí­a."

A Mussolini le dirigió en 1924 un escrito que terminaba como sigue: "Gustosamente cargarnos con la culpa de ser fieles custodios de las ideas que han hecho grande a Italia, de las ideas de libertad, de soberaní­a popular, de la autonomía del Estado frente a la jerarquía eclesiástica, de la misma ley para todos. Mas esta opinión no deberá impedir a Vuestra Excelencia velar por que las leyes sean empleadas también para nuestra protección."

Precisamente tales exposiciones, que reiteraban permanentemente su esencia democrática y la acción en pro de la "solidaridad internacional", le atestiguaban al fascismo que entre sus concepciones y las de la Francmasonerí­a era imposible un compromiso. En 1925 declaró Mussolini en el Popolo d´Italia:

“La Francmasonerí­a es combatida por los fascistas porque es una organización internacional que desarrolla su actividad en Italia sobre la base de órdenes que le llegan desde el exterior. No se Puede ser buen italiano y simultáneamente francmasón, porque el Palazzo Giustiniani obedece a directivas extranjeras. La Francmasonerí­a giustinánica estuvo siempre en contra de las acciones italianas en Abisinia, en Libia, en el Dodecaneso, en Dalmacia y en Albania. Apoyó debido a un criterio internacional, nuestra participación en la Guerra Mundial; pero desvalorizó la victoria. Quiso la guerra, pero impidió la cosecha de los frutos legí­timos y sagrados del triunfo militar."

Con la condena del general francmasónico Capello a treinta años de prisión -en razón de su participación en el frustrado atentado contra Mussolini realizado por Zaniboni y programado por la Francmasonerí­a y el destierro de Torrigiani a las Islas Lipéricas, se dio término al diferendo entre la Italia mussoliniana y la Francmasonerí­a.

Los francmasones italianos emigrados fundaron en Parí­s dos logias “Italie" e “Italia Nuova”, que deben obediencia a la "Grande Loge de France ". Por iniciativa del "hermano" Ferrari Gran Comandante del Consejo Superior de Italia, fallecido en 1929, se instaló, además, en 1930, un "Supremo Consiglio", en Londres.


II

FRANCMASONERIA Y NACIONALSOCIALISMO


1º Desde su comienzo, el Movimiento Nacionalsocialista hizo resaltar, a través de sus conductores, el antagonismo insalvable entre él y todas las tendencias y grupos francmasónicos.

En Mein Kampf el Fuhrer dio su opinión con respecto al problema de la Francmasonerí­a: Para fortalecer su posición política, el Judí­o trata de liquidar en todas partes las barreras raciales y nacionales. Con este fin lucha con toda la tenacidad que le es propia por la tolerancia religiosa y posee en la Francmasonerí­a, que le es completamente adicta, un sobresaliente instrumen­to para sostener, pero también para deslizar sus propósitos. Los cí­rculos gobernantes, así­ como las capas más elevadas de la burguesí­a política y económi­ca caen en sus lazos a causa de los hilos masónicos, sin que siquiera sea necesario que lo sospechen."

Alfred Rosenberg desarrolló exposiciones fundamentales sobre el tema en numerosos escritos (p. ej.: El Delito de la Francmasonerí­a, aparecido en 1922, El Arquitecto Divino y Los Francmasones de la Liga de las Naciones, en Lucha Mundial de enero de 1927, El Auto desenmascaramiento de los francmasones alemanes, en Lucha Mundial de 1928, y Polí­tica Mundial francmasónica a la luz de la investigación crí­tica, publicado en 1929).

Por su parte, Hermann Goering, en su carácter de Presidente de ministros de Prusia, ante los esfuerzos de los francmasones "prusianos antiguos" para asegurarse un lugar en el Tercer Reich, definió categóricamente, en 1933, la posición de la Nueva Alemania al respecto: "Para la Francmasonerí­a no hay lugar en la Alemania Nacionalsocialista!."

En forma igualmente inequí­voca se pronunció el Juez Supremo del Partido, Buch, con respecto a estas tentativas francmasónicas. En diversos escritos y discursos de los conductores nacionalsocialistas, hayamos ratificado el total rechazo de la Francmasonerí­a.

2º La posición terminante adoptada por el Partido se pone en evidencia en la declaración de admisión al NSDAP (28), que exige del nuevo miembro la declaración, bajo palabra de honor, de no pertenecer a ninguna logia francmasónica. En una ulterior serie de decretos e instrucciones del Superior Juzgado del Partido y del Frente del Trabajo Alemán, así­ como en las órdenes y reglamentaciones del Ministro de Guerra del Reich, y en el decreto del Ministro del Interior del Reich y de Prusia de setiembre de 1936, determinan, en forma precisa todo lo relativo a la prohibición para los camaradas del Partido, miembros de las fuerzas armadas y funcionarios, de integrar logias francmasónicas.

***

Dos grandes grupos de la Francmasonerí­a hubo que diferenciar en Alemania:

a) Las "logias francmasónicas "justas y perfectas", reunidas en Grandes logias, y

b) Las logias sin licencia y las organizaciones similares a la Francmasonerí­a.

En la manifestación del Superior Juzgado del Partido, estas organizaciones están caracterizadas de la siguiente manera:

Las logias francmasónicas constituyen asociaciones de individuos considerado como "rectas y perfectas", que formando una comunidad estrechamente enlazada y mediante el empleo de formas alegóricas representan un movimiento espiritual supranacional, con el fin de llegar a establecer sin distingos de razas, pueblos, religiones, convicciones sociales y polí­ticas una liga general de toda la humanidad, dirigida por el judaí­smo.

Las logias sin licencia (logias irregulares) son aquellas que no pueden exhibir un acta de fundación emitida por una Gran logia regular, asegurando su constitución "justa" y su organización "perfecta".

Una organización similar a la Francmasonerí­a es toda otra asociación que coincide con las logias francmasónicas en la persecución de su ideal internacionalista.

De acuerdo con ello, integran el primer grupo las logias francmasónicas "justas y perfectas” que estuvieron reunidas en las siguientes Grandes logias:

A. Grandes logias “prusianas antiguas"

a) Gran "Logia Nacional de los Francmasones de Alemania" de Berlín (designación para camuflaje: "Orden Alemania Cristiana"). Ella abarcaba 1 capítulo supremo de la Orden con 295 hermanos, 19 capí­tulos, 4 logias provinciales, 54 logias de S. Andrés, 180 logias de S. Juan, 2 delegaciones de S. Andrés y 62 asociaciones francmasónicas. En total, la Gran Logia Nacional de los Francmasones de Alemania contaba en 1933 con 20.300 “hermanos".

Dentro de esa Gran Logia, en las logias de S. Andrés se trabajaba el 4º y el 5º grado y en los capí­tulos de la orden el 6º hasta el 9º grado. El 10º grado constituía, dentro del capí­tulo de la orden, un peldaño honorífico.

b) "La Gran Logia Matriz Nacional de las Tres Esferas Mundiales" de Berlí­n, que con fines de encubrimiento se denominaba también "Orden Nacional Cristiana Federico el Grande". Bajo su obediencia trabajaban 21.000 "hermanos" reunidos en 20 Orientes internos, 94 logias escocesas y 183 logias de S. Juan. En las logias escocesas figuraban los "hermanos" desde el 4º grado hacia arriba. En los Orientes internos estaban reunidos los detentadores de los grados 5º hasta 7º.

c) “Gran Logia de Prusia", llamada “Por la Amistad", de Berlí­n, que en 1933 quiso cambiar su nombre por el de "Orden Alemana Cristiana de la Amistad". Poseí­a un Oriente más interno, 23 Orientes internos, 108 logias de S. Juan y 18 organizaciones francmasónicas. A ella pertenecí­an alrededor de 9.400 "hermanos". La pertenencia al Oriente interno correspondía al 4º grado, en tanto la del Oriente más interno al 5º.

Sigue el grupo de las seis grandes logias "humanitarias" que trabajaban todas, sin excepción, en los tres grados de S. Juan:

A. Grandes logias "humanitarias"

a) La "Gran Logia Sajonia” de Dresde, (en 1933 se denominó "Orden Cristiana Duomo Alemán'') poseí­a 47 logias y 38 cí­rculos, con 6.017 "hermanos".

b) La "Gran Logia de Hamburgo", de Hamburgo, con 5.000 "hermanos” reunidos en 54 logias. De ellas 14 logias en el exterior, y 8 círculos.

c) La "Gran Logia del Sol" de Bayreuth, con 3.335 "hermanos" que se distribuí­an en 41 logias y 20 círculos.

d) La "Gran Logia Matriz de la Liga Francmasónica Ecléctica" de Frankfurt, a.M. que comprendí­a 25 logias filiales y 2 cí­rculos con 2.574 "hermanos".

e) La "Gran Logia Cadena Fraterna Alemana", que después de la toma del poder por el NSDAP se integró en la "Orden Cristiana Duomo Alemán". Contaba en 10 logias y 5 cí­rculos, alrededor de 1.800 "hermanos".

f) La "Gran Logia Francmasónica de la Concordia", de Darmstadt, con 10 logias, 4 círculos y 800 miembros.

El Sistema de los 33 grados del "Rito escocés antiguo y aceptado" esta­ba representado en Alemania por la "Gran Logia Simbólica de Alemania" y el "Consejo Superior para Alemania". La "Gran Logia Simbólica de Alemania" constituyó la entidad cúspide de las 28 logias de S. Juan de este sistema, con alrededor de 800 miembros de los grados 1º hasta 3º.

Al “Consejo Superior para Alemania" estaban subordinadas las 16 logias de altos grados con un total de alrededor de 270 miembros, a saber:

5 logias de Perfeccionamiento del 4º grado

7 capítulos del 18º grado

3 aerópagos del 30º grado y

1 taller del 33º grado.

Al cuerpo de funcionarios de este sistema de altos grados el “Consejo Superior”, pertenecían 12 miembros activos y 12 miembros honoríficos extranjeros. Los grados intermedios faltantes no fueron trabajados ritualmente en Alemania.

Como logias sin licencia se consideraban en Alemania las siguientes reuniones:

a) "Liga francmasónica del Sol Naciente" que durante mucho tiempo tuvo su sede en Nuremberg, contado 50 logias con 1.250 "hermanos” Esta organización fue abiertamente internacional, pacifista y marxista en su tendencia. En ocasión de la fundación en el año 1930 de la "Gran Logia Simbólica de Alemania” y del "Consejo Superior para Alemania”, la L.f.d.s.N. proporcionó a muchos de sus más radicales miembros para la nueva organización de altos grados.

b) La "Orden de los Druidas", que quiso cambiar su denominación en "Fraternidad Alemana Popular", constituí­a a causa de su camuflaje germánico una especie bastarda de la Francmasonerí­a, que bajo las formas seudogermánicas de su ritual transmití­a el ideario francmasónico, siendo particularmente peligrosa para la descomposición de nuestro pueblo. Tení­a 264 logias, que designaba como "Florestas Druídicas" con alrededor de 12.000 "hermanos", y trabajaba en tres grados inferiores, el grado de los ovates, de los bardas de los druidas, así­ como en un Alto Grado, el "Grado Capitular Hocherz”.

c) La "Orden de los Odd Fellow", cuya Gran Logia de Alemania, fundada en 1870 sobre la base de la patente de la Gran Logia Soberana, el Independent Order of Odd Fellows de Norteamerica, abarcaba alrededor de 260 logias con 10.000 "hermanos".

Trabajaba en cuatro grados inferiores y tres altos grados. La Orden Odd Fellow y las Florestas "Druídicas" solí­an ser designadas, debido a su igualdad esencial con la francmasonerí­a regular y la constitución sociológica de sus prosélitos, como "Francmasonerí­a del hombre humilde".

También la "Schlaraffia" debe ser mencionada aquí­. Fue fundada en 1859 en Praga, y declaraba como fin el cultivo del humor y del arte según determinadas formas y observando un determinado ceremonial, y colocaba como principio fundamental la amistad. Además rendí­a tributo al postulado por la “confraternidad" y de la "concordia" entre los hombres, rechazando todo lo que separa la "comunidad humana", p. ej. diferencia de raza. Ella constituí­a una liga mundial, totalmente manejada, por judí­os y francmasones. Utilizaba formas de ceremonial usuales en la Francmasonerí­a y trabajaban en tres grados. Después de la conquista del Estado por el Nacionalsocialismo. la "Schlaraffia" existente en Alemania, disolvió oficialmente sus conexiones con Praga.

***

Se enumeraron aquí­ únicamente aquellas organizaciones que en el sentido del Juzgado Supremo del Partido valen como logias francmasónicas y asocia­ciones similares a la francmasonerí­a. Que al lado de ellas existieron, además, una gran cantidad de organizaciones, y las hay, por supuesto, como es sabido, en los demás países que bajo el velo de finalidades culturales, científicas y pacifistas realizan trabajo francmasónico, ya se mencionó.

3º El Nacionalsocialismo, en contraposición a otros movimientos y Estados anti-francmasónicos, en los cuales en ocasión de disturbios y de ataques de la población indignada a los edificios de las logias, se ocasionó la destrucción de valioso material y de tal forma se provocó un graví­simo perjuicio justa­mente a la lucha anti francmasónica, procedió respecto al tratamiento del problema de la Francmasonerí­a con clara visión de su meta.

Como la subsistencia de la Francmasonerí­a en la Alemania Nacionalsocialista no era posible por razones de concepción de la vida y por razones de seguridad del Estado, tanto más que amplios sectores de la población evidenciaron su indignación contra las logias, estas se vieron obligadas a cerrar sus puertas unas tras otras.

Al contrario de las Grandes Logias "humanitarias", que debido a su ideologí­a francmasónica demasiado abiertamente sostenida y a su gran cantidad de miembros judíos, no pudieron abrigar la esperanza de proseguir su trabajo disolvente, las Grandes Logias "prusianas antiguas" no renunciaron, a pesar de todo, a intentar el derecho a la existencia en la Alemania Nacionalsocialista. Sin embargo, las medidas tomadas contra algunas logias filiales de los "prusianos antiguos", habí­an puesto en evidencia que también la así­ llamada "Francmasonerí­a nacional” era imposible en el Reich. El decreto del Presidente de ministros prusiano Goering, al que ya nos referimos, les había impedido ya el cambio de nombre por el de Orden, que con razón fue interpretado como disfraz destinado a desorientar al pueblo.

Los grandes maestres de las Grandes Logias "prusianas antiguas" manifestaron su "buena voluntad" de promover la disolución voluntaria de las mismas. Igual decisión fue lograda a principios de agosto de 1935 de los grandes maestres de las dos Grandes Logias sajonas. De esta manera, en Alemania no trabaja ya ninguna logia.

Mucho antes del acceso al poder del Movimiento Nacionalsocialista, las logias habí­an tenido que defenderse contra los ataques cada vez más enérgicos de los círculos nacionales y populares. A tal fin establecieron una "Comisión de Defensa contra los ataques anti-francmasónicos”.

Esta Comisión fue informada de todas las actividades anti-francmasónicas, (escritos, discursos, reuniones, etc.). Las organizaciones de defensa, especialmente las de los "prusianos antiguos”, suministraban a las diferentes logias y a sus miembros precisas directivas para el comportamiento en caso de ataques contra la Francmasonerí­a. Con referencia a la declaración de admisión al NSDAP se decí­a que los "hermanos" debían negar la pertenencia a una logia francmasónica, ya que después del cambio de nombre de la Gran Logia “prusiana antigua" por el de "Orden", ya no eran francmasones. Con todos los medios se trabajó en tal sentido, negando sus relaciones internacionales y sus tendencias filo-judaicas, tratando de hacer aparecer las logias como asociaciones inocuas de sociabilidad y beneficencia. La tentativa de exhibir a los grandes hombres de la historia alemana como exponentes de un genuino francmasonismo, destacando la herencia germánica en el ritual de las logias, cobró mayor intensidad.

Mediante su proceder, los "hermanos" probaron demasiado bien que debido al curso educativo francmasónico que habí­a recibido, habí­an llegado a ser incapaces de comprender las ideas y los cometidos del nuevo tiempo. Un ejemplo ha de dar la prueba de esta aseveración: en un documento destina­do a la conducción nacionalsocialista, un "hermano" trató de demostrar la inocuidad de los "prusianos antiguos", aseverando que en su historia de ciento cincuenta años no solamente fueron nacionales, sino que en ese lapso de tiempo actuaron de un modo realmente nacionalsocialista, aunque en verdad este "socialismo" se practicara en el más estrecho cí­rculo". Este "socialismo en el más estrecho cí­rculo", según el criterio nacionalsocialista, no es otra cosa que un sistema de favoritismos de la camarilla de la logia, cuya secreta política de captación y promoción de sus miembros, hubiera sido por sí­ sola razón suficiente para poner fin a los manejos de las logias en Alemania.

Si los francmasones alemanes, en contra de todos los hechos reales comprobados, quieren sostener actualmente que no tienen nada que ver con la internacional francmasónica, mencionemos aquí­ los conceptos vertidos por el conocido francmasón Dr. Posner de Karlsbad, en ocasión de la instalación del Consejo Superior de Viena en el año 1925: "Sólo puede haber una Francmasonerí­a: la cadena fraterna internacional. En la Francmasonerí­a francesa hallamos la designación "Francmasonerí­a General, Familia francesa". También deberí­a decirse "Francmasonerí­a General, Familia alemana". Deberí­a quedar explí­cito que en cada una de estas Francmasonerías ciertamente se habla en el idioma de su corazón, pero que estas familias constituyen únicamente facetas de una piedra cúbica que se llama: Francmasonerí­a universal.

4º En consonancia con esta idea se lleva a cabo la lucha de la totalidad de la Francmasonerí­a mundial, en unión con los demás poderes supraestatales, contra la Alemania Nacionalsocialista. En congresos de emigrantes y de francmasones se fijan los temas del trabajo internacional, se discute la realización del movimiento de boicot y se apoya la actividad de la diplomacia internacional, comprometida y orientada francmasónicamente. Los esfuerzos para el establecimiento de frentes populares que tienen como meta la conjunción de todos los cí­rculos de tendencia republicana, democrática y marxista y de la burguesí­a liberal, constituyen la expresión más notoria de tales finalidades. Solamente así­ puede comprenderse el comportamiento frente a la Unión Soviética. Tal como en el tiempo de preguerra, la prensa mundial controlada por la Francmasonerí­a cumple sus cometidos y usa con respecto a la Alemania Nacionalsocialista un modo de hablar, que solamente no comprende quien no advierte esta red internacional y por ello cree ingenuamente que entre el Nacionalsocialismo y la Francmasonerí­a podrí­a alguna vez ser posible un compromiso.

5º Si Goethe calificó a la Francmasonerí­a como Estatua in Statu, tuvo plena razón. Ningún gobierno que quiera realizar su función comunitaria en forma enérgica y con conciencia de su responsabilidad, puede tolerar a la Francmasonerí­a que, mediante sus relaciones y sus ramificaciones internacionales practica una polí­tica interior y exterior, anónima e incontrolable y por ello, irresponsable. Esta polí­tica interior de las logias consiste en la penetración dentro del cuerpo de funcionarios y en el Estado así­ como en el plano econó­mico y colocando a sus "hermanos" en los puestos influyentes de la vida de nuestro pueblo. Mediante juramentos y votos los "hermanos" se hallan encadenados a la organización de los francmasones, Tuvieron que comprometerse a la obediencia y al secreto incondicional en cuanto a todos los asuntos de las logias, antes de su ingreso a las mismas, es decir, antes de que pudieran tener una visión clara de la esencia y de la meta de la Francmasonerí­a. Tal obligación por adelantado debe ser calificada como inmoral y coloca a sus miembros en situaciones de conflicto al surgir ente ellos el interrogante de si han de acatar la ley del Estado y de la Comunidad Nacional o el juramento de la logia.

Todos los demás antagonismos entre Nacionalsocialismo y Francmasonerí­a surgen con claridad de los argumentos que anteceden y son insalvables y fundamentales.

Aria es la imagen del mundo del Nacionalsocialismo, orientálico-judaico la de los francmasones. De conciencia racial la posición nacionalsocialista frente a la antiracial de las logias.

La Comunidad del Nacionalsocialismo está constituida por la estructura viviente de conciudadanos emparentados por la sangre y unidos en idéntico destino histórico. Esta es su concepción de la comunidad del pueblo, no el espí­ritu oligárquico ni la conjunción de intereses ilegí­timos y criminales de la burguesí­a organizada en las logias.

El Nacionalsocialismo contrapone un nacionalismo popular incondicional al cosmopolitismo plutocrático de la Francmasonerí­a.

Para tal orientación de nuestro pueblo, el Nacionalsocialismo no necesita de las "especies didácticas" y los ­"sistemas de educación" de la Francmasonerí­a, ni sí­mbolos de mentalidad extraña ni servicio judaico del templo.

Las logias francmasónicas han sido aniquiladas en el Tercer Reich. Aun, sin embargo, subsiste la Francmasonerí­a mundial en el extranjero que se ha reunido, para la lucha contra la Alemania Nacionalsocialista, con las restantes organizaciones supraestatales del judaí­smo mundial, de la Iglesia polí­tica y del marxismo. Grupos enteros de Estados están infectados y dirigidos por los argumentos del Francmasonismo, continuamente, reiterados por la Prensa internacional judeo-francmasónica, en su lucha contra la Nueva Alemania de Adolf Hitler.

Todos los conciudadanos alemanes deben tener conciencia de la peligrosidad del ideario demoliberal burgués francmasónico. Toda tentativa de volver a introducir alguna vez la mentalidad y la concepción francmasónica en nues­tra literatura, en nuestras artes y ciencias y en nuestras ideas polí­ticas, debe ser sofocada en sus comienzos!

Debe extraerse de la historia la enseñanza de que la Francmasonerí­a ya fue prohibida con frecuencia en muchos Estados en el pasado, y, sin embargo, siempre volvió a atacar a los pueblos como un veneno de descomposición y de muerte.

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