Masonería para Todos

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miércoles, 16 de mayo de 2007

LA MASONERIA VISTA POR EL NAZISMO 2

2ª PARTE:

ORGANIZACION, FORMA DE TRABAJO Y FINES DE LA FRANCMASONERIA

I

ESPECIES DIDACTICAS Y SISTEMAS DE GRADOS

1º Especies didácticas anglosajonas y sus derivados.

El contenido de la Francmasonerí­a es transmitido mediante determinadas formas rituales a los miembros de las logias. La transmisión del modo de pensar francmasónico y de la actitud francmasónica se lleva a efecto por intermedio de “sistemas francmasónicos”, “especies didácticas” o “ritos”. Estas “especies didácticas”son exteriormente muy diversas entre las distintas organizaciones de la secta, pero esencialmente idénticas en cuanto expresan todas de modo inequí­voco las intenciones de la Francmasonerí­a internacional.

Las "especies didácticas" anglosajonas y sus derivados operan fundamentalmente tres grados. Ciertas concepciones francmasónicas más elevadas son desarrolladas dentro de un super grado, que en Inglaterra es denominado “Royal Arch” y en otros paí­ses "Liga estrecha". Esta “especie didáctica inglesa" o anglosajona, se distingue por una cierta sencillez en el culto y los ritos. De acuerdo con ella trabajan especialmente la Gran Logia de Inglaterra y los sistemas norteamericanos. En Alemania, en cambio, existí­a el llamado “Sistema de Schroeder", el "sistema de Fesler" de la Gran Logia "de la Amistad", los de la Gran Logia "Cadena fraterna alemana" y de la Gran Logia "del Sol" de Bayreuth. En estos sistemas faltan, al contrario de la Francmasonería francesa, los dos tipos de. espada ("Schwert " y "Degen”) como objetos simbólicos.

2º La francmasonerí­a francesa y las “especies didácticas” derivadas de ella

En Francia se desarrolló la forma románica de la Francmasonerí­a, también llamada "Masonerí­a Escocesa".

Al igual que la Francmasonería anglosajona trabaja los tres grados de S. Juan como escalones básicos y "edifica" sobre éstos los llamados Altos Grados o Grados Escoceses. Según esta “especie didáctica" se desenvuelven por ejemplo, el. "sistema de 33 Grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado". El "sistema sueco", la Gran Logia Matriz Nacional de las Tres Esferas Mundiales" y la "Liga Ecléctica".

3º "Especies didácticas" liberales y libre pensadoras

Estos sistemas, de orientación jacobina, son rechazados por razones tácticas por la Francmasonería anglosajona. Cuando el Gran Oriente de Francia en razón de su postura atea y liberal, abandonó en el siglo pasado el esquema del "Todopoderoso Arquitecto de todos los Mundos", la Gran Logia de Inglaterra rompió relaclones con Él. (En Alemania se hallaban dentro de esa tesitura la "Liga Francmasónica del Sol Naciente" de Nuremberg y la logia "De la Noble Visión" de Freiburg).

II

Uniones internacionales de organizaciones de logias

1º La logia de S. Juan como escalón inferior

El escalón más bajo dentro de la gran organización de la Francmasonerí­a lo constituyen las llamadas "logias azules" de S. Juan, que trabajan los tres grados del "aprendiz", "oficial" y "maestre". Ellas están reunidas en calidad de logias filiales en asociaciones mayores correspondientes a cada país denominadas Grandes Logias. La comunicación con otras organizaciones de la Francmasonería se realiza, por lo general, solamente por mediación de la Gran Logia. Ella designa los representantes ante similares en el extranjero y enví­a sus delegados a los congresos y reuniones internacionales francmasónicas. Como Unión internacional de las distintas Grandes Logias de todo el mundo debe ser considerada la "Association Masonique Internationale" (A. M. I.) que con la "Oficina Mundial Francmasónica" tiene su asiento en Ginebra.

2º Las logias de altos grados

El objetivo real de los altos grados consiste en juntar la selección de miembros extraí­da de los grados de S. Juan dentro de logias de altos grados escalonados de modo francmasónico. El más importante de estos sistemas lo constituye el "sistema de 33 grados" del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, cuya selección está representada por los titulares del grado 33 en el así­ llamado "Consejo Superior" (Supreme Conseil o SC). En los países más poderosos se halla un solo "Consejo Superior". Los 36 Consejos Superiores que en la actualidad existen en el mundo, están unificados en la "Confederación de Lausanne” de 1875.

Dentro de estos Consejos Superiores los Judí­os constituyen la mayorí­a preponderante. Estas organizaciones son las que practican en la forma más activa la polí­tica judaico francmasónica. Simultáneamente los judí­os de altos grados son miembros de la famosa "Orden B'ne B´rith" que, como se sabe, es la estructura máxima de la Francmasonerí­a internacional y que esta compuesta exclusivamente por judí­os que, a su vez, forman parte de la todopoderosa “Alianza Israelita Universal.”

El espí­ritu que impera en estas logi­as de altos grados queda definido en el Ritual de la "Gran Logia Simbólica de Alemania":

20º Grado:

Hon. Gr. M. de todas las logias regulares. Como finalidad de este grado debe explicarse que la persuasión y la razón constituyen los métodos acertados de gobierno, nunca, en cambio, la violencia y la tiraní­a.

23º Grado:

Dirigente del Tabernáculo. Su objetivo es la lucha conti­nua por el bien de la humanidad. Se esfuerza por averiguar todo aquello que pueda garantizar la libertad del individuo contra todo indebido de la violencia, sea material o espiritual.

24º Grado: Príncipe del Tabernáculo.

Su objetivo es el estrechamiento de los lazos sociales. La palanca de la totalidad del aparato administrativo y judicial debe ser arrancada de las manos de déspotas irresponsables y ser confiado a aquéllos que hagan uso de él con sabidurí­a, imparcialidad y rectitud por el bien de toda la comunidad."

Además se anuncia la lucha contra los privilegios y monopolios ."que se basan en nacimiento, posición o riqueza, la lucha por la igualdad social y la eliminación de todo espí­ritu de clase o de casta." En la introducción al ritual del 30º grado (Caballero Kadosch), dice: "Seguiremos con nuestros esfuerzos de vengar a aquellos mártires, mediante la lucha inexorable contra el despotismo espiritual y material, indiferentes a que este despotismo sea obra de personas de alta o de baja posición, despreocupados en cuanto a que sea la tiara papal o la sotana del monje, si un soberano por imaginaria gracia divina o un tribuno del pueblo sin escrúpulos, sea el que actúe... No únicamente la reacción eclesiástica y polí­tica se esfuerza por reconquistar el terreno perdido. Igual meta persiguen también los peligrosos aduladores del pueblo que quieren convencer a éste de que su felicidad consistirí­a en que los derechos del individuo, la autodeterminación, sean abandonados y subordinados a la voluntad de la totalidad."

3º La "Liga Francmasónica General"

La "Liga Francmasónica General" ("Universala Framasona Ligo”) es la asociación internacional de miembros aislados de las Grandes Logias de todos los países. Cultiva específicamente ideas pacifistas supranacionales y organiza numerosos congresos francmasónicos. Dentro de ella, los diferentes sectores profesionales y las diversas actividades han sido clasificados en los llamados “grupos especializados”. Existen "grupos especializados" de escritores, periodistas, médicos, juristas, organizaciones juveniles, etc., así­ como los dedicados al "trabajo práctico por la paz", los "derechos humanos", la bibliografí­a y museologí­a francmasónica, etc. La Liga de referencia, que propugna la implementación del Esperanto, fue fundada en ocasión del primer congreso de Es­peranto en 1905, en Boulogne. Desde 1931 su asiento se encuentra en Basilea.

III

Trabajo exterior francmasónico camuflado dentro de otras organizaciones

Ya se dijo que las Grandes Logias evitan en lo posible manifestarse abiertamente en la polí­tica. Por ello, la Francmasonerí­a al lado de las grandes uniones de miembros aislados de las más diversas logias, ha creado “pelotones de choque” que el mundo "profano" no reconoce como francmasónicos, destinados a cumplimentar finalidades especí­ficas. De este modo, los consejos de administración de organizaciones de bienestar, asociaciones gremiales y educativas, escuelas, etc. están controladas por francmasones que de ese modo logran que la ideologí­a de la secta se expanda e impregne a amplí­simos cí­rculos.

El control y dirección de todas las asociaciones supranacionales, como el Club del Esperanto, la Liga General por los Derechos Humanos, la Asociación de los Amigos, la Liga Alemana por la Liga de las Naciones, el Comité Bluntschli, la Liga Libre Alemana, la Liga de la Confraternidad Universal, la Liga por la Paz Interior y la Liga en pro de la Humanidad, etc., puede ser fehacientemente demostrada mediante una documentación aplastante y, además, por su concordancia con los fines de las logias. La mayorí­a de estas organizaciones han sido fundadas por francmasones.

En cuanto al espí­ritu que imperaba (20) en estas organizaciones y en sus fundadores francmasónicos, vaya como ejemplo el Movimiento Paneuropeo del francmasón vienés Coudenhove ‘Kalergi. Este movimiento persigue la “unificación” de las naciones europeas en una liga de Estados llamada Unión Paneuropea. (21) En 1925, Coudenhove ‘Kalergi estampó en un trabajo titulado Idealismo práctico los siguientes conceptos: "El ser humano del futuro será mestizo. Las actuales razas y castas desaparecerán, victimas de la superación cada vez mayor de espacio, tiempo y prejuicio. La raza del futuro, eurasico negroide, exteriormente semejante a la egipcia antigua, reemplazará la multiplicidad de los pueblos por una multiplicidad de las personalidades.

En otro escrito de Coudenhove aparecido en 1923 bajo el nombre de Nobleza, se lee en la página 39 respecto a los judí­os: "De este modo, finalmente surgió de todas estas persecuciones una pequeña comunidad, templada mediante un martirio soportado, con ánimo heroico por la idea, y depurada de todos los elementos pusilánimes y pobres de espí­ritu. En lugar de destruir al judaí­smo, Europa - contra su voluntad mediante aquel proceso artificial de selección lo ha ennoblecido, educándolo como nación conductora del futuro. No constituye, por consiguiente, milagro alguno que este pueblo, evadido de la prisión del ghetto, haya evolucionado hasta constituir la nobleza espiritual de Europa. De este modo, una bondadosa Providencia, en el momento en el que la nobleza feudal entró en decadencia obsequió mediante la emancipación de los judí­os, una nueva raza noble por gracia del espí­ritu.

Esta exigencia en favor de una gran liga supranacional de Estados, cuyos súbditos representan una caótica mescolanza de razas, y dentro de la cual únicamente la "raza noble por gracia del espí­ritu”, el judaí­smo, ha de mantenerse pura, representa la última consecuencia de la ideologí­a francmasónica.

La Gran Logia de Viena, en una exhortación a todos los grandes órganos conductores francmasónicos, manifestó su apoyo amplio a la Unión Paneuropea. Igualmente la publicación francmasónica La Luminaria se mostró entusiasmada por la idea del "hermano" Coudenhove, escribiendo en marzo de 1925: "Poder contar a Coudenhove entre los suyos, puede llenar de elevada satisfacción a la Francmasonería, sobre todo empero a la austri­aca. La Francmasonerí­a austri­aca puede, con buena razón, sostener que el H. Coudenhove defiende las ideas de ella en "Paneuropea", honestidad política, sensatez social, guerra contra las mentiras aspiración por el saber y por la colaboración de todos aquellos que tengan buena voluntad. En este alto sentido, el programa del H. Coudenhove constituye una obra francmasónica de la más elevada í­ndole. Colaborar en su realización es una tarea sublime para los HH francmasones. "

IV

LOGIAS SIN LICENCIA Y ORGANIZACIONES SIMILARES A LA FRANCMASONERIA

Fuera de las fundaciones francmasónicas con fines especiales Y de sus asociaciones supraestatales, existe además; una serie de así­ llamadas logias sin licencia de organizaciones similares a la Francmasonerí­a. Bajo la denominación de logias sin licencia figuran aquéllas que no se han adherido a ninguna de las Grandes Logias reconocidas. En ese carácter pueden citarse a la "Orden de los Druidas", las logias “Odd Fellow”, la "Ordre Masonnique Mixte Inter­national Le Droit Humain", la "Sociedad de los Rosacruces del Siglo XX", la "Nueva Orden de los Iluminados" y la "Orden de los Rechabitas (Esta ultima mantiene estrechas relaciones con organizaciones judaicas del mismo nombre).

Las logias "Odd Fellow" son realmente importantes con sus aproximadamente 4.500.000 miembros en todo el mundo al igual que la "Ordre Masonnique Mixte International "Le Droit Humain conocida simplemente como "Rite Mixte" que opera según el sistema de los 33 grados. Esta organización se ha fijado como meta especial la "emancipación" de la mujer y, a diferencia de la Francmasonerí­a regular, posee también miembros femeninos en sus filas.

V

LOS IDEALES FRANCMASONICOS

1º LA IDEAS FUNDAMENTALES DE LA FRANCMASONERIA

En cuanto a los objetivos últimos de la Francmasonerí­a, las organizaciones de logias y los francmasones conspicuos formulan las más contradictorias tesis. Una de ellas expresa que "la Francmasonería se esfuerza por fomentar, generalmente bajo una forma basada en los usos de los alpendres, el ennoblecimiento moral de los seres humanos y la felicidad de éstos." (Declaración de la "Gran Logia de Hamburgo"). Por su parte, el francmasón Friedrich Ludwig Schroeder afirmó: "La Francmasonerí­a deberá llegar a constituir el lazo de la concordia y de la benevolencia mutua entre los hombres, que de otro modo vivirí­an en un eterno distanciamiento debido a conceptos religiosos, prejuicios educacionales o condiciones nacionales." Estas ideas coinciden enteramente con las "Antiguas Obligaciones" del Reverend Anderson.

En la ley fundamental de la "Gran Logia de Prusia", llamada "De la Amistad", en el capí­tulo IV manifiesta acerca de los principios generales, que, el estamento, nacionalidad o color, profesión de fe religiosa y opiniones polí­ticas no deben ser un obstáculo para la incorporación; como tampoco la diferencia del color de la piel y de la raza debe llegar a ser un impedimento para el reconocimiento de una Logia o Gran Logia. Por encima de la raza y de la nacionalidad, se tiende a una Liga internacional de la humanidad (república universal). Se está orgulloso de que en esta "cadena fraterna" que abarca todo el planeta se encuentren junto, a los blancos, provistos de iguales derechos, negros, amarillos y judí­os.

Dentro del ideal seudohumanitario de los francmasones, todos los seres humanos son iguales. Con relación a él dice la antigua edición del Manual General de la Francmasonerí­a: "La humanidad se refiere a todos los seres humanos, consiste en un amor general a los seres humanos, en cuanto ella no pregunta por la comunidad nacional o religiosa, ella ve y honra en todo miembro de un Pueblo y de una religión el ser humano el hermano de igual naturaleza de iguales derechos, de estirpe afá­n. La vida del ser humano debe ser considerada en un doble sentido: como vida individual y como vida social, el hombre vive como ser individual y como eslabón de una comunidad. El ideal de la vida individual es el humanitarismo... Para estos prototipos de la vida humana, para la promoción del humanitarismo y del cosmopoli­tismo ha sido fundada la Francmasonerí­a; la Liga francmasónica es una sociedad humana y. cosmopolita".

El individualismo desenfrenado tanto en sentido personal corno polí­tico económico es una de las consecuencias surgidas de la ideologí­a francmasónica. En el ritual del Grado 30 se llama la atención expresamente sobre el hecho de que los objetivos de los "dictadores" que supuestamente limitarí­an los derechos del ser individual y su autodeterminación deben ser combatidos. De subordinación de los intereses personales, en provecho de la Comunidad Nacional no se habla en absoluto. El derecho del individuo se antepone a todos los demás.

Las manifestaciones y las ideas del liberalismo burgués se hallan contenidas en el francmasonismo. El régimen polí­tico correspondiente a la Francmasonerí­a es la república democrática.

Metodos francmasónicos de educación

La Francmasonerí­a circunscribe su meta educacional mediante él siguiente sí­mbolo: ella: trabaja en la gran obra constructiva del Templo de la totalidad de la humanidad. El material para esta obra lo constituyen los individuos, a quienes la Francmasonerí­a debe picar en forma adecuada a fin de que los mismos puedan ser encajados en la construcción del Templo. Como ejemplo y símbolo de esta gran construcción sirve la obra del Templo del rey Salomón.

La piedra bruta, sin tallar, que el hombre representa a su entrada en la logia, debe ser desbastada hasta constituir un cubo perfecto, a fin de que se deje ubicar sin resistencia, de acuerdo con los planes del maestre, en el lugar que debe ocupar dentro de esa "Obra”.

De esa forma, la Francmasonería ha explicado con claridad el efecto y los métodos de su educación. En su caso no se trata de desarrollar y de fomentar las potencialidades de un individuo según su naturaleza y raza sino que el ser humano es desbastado, vale decir, que los rasgos esenciales de su carácter son eliminados para siempre.

Por tal razón, es para la Francmasonerí­a completamente accidental el pueblo y la raza a que pertenece cada "hermano" ya que resultado de su educación habrá de ser siempre y en todos los casos, el mismo cubo liso.

Esta mutilación del carácter y de la personalidad lleva al individuo a un estado de condicionamiento y de automatización tales que actuará y pensará “por propia voluntad" de un modo francmasónico.

Cuatro factores constituyen la base de la metodologí­a educativa francmasónica. En primer lugar debe mencionarse el culto, establecido con toda exactitud en el llamado ritual. En los tres escalones inferiores a las logias de S. Juan, este ritual es común a todas las organizaciones francmasónicas del mundo.

Comprobamos que la Francmasonerí­a que surgió en la "era del racionalismo y del esclarecimiento" como contra-iglesia, no renuncia, sin embargo, a los medios de la Iglesia. También ella ejerce sobre sus miembros mediante el culto, una presión psicológica casi irresistible, también ella, adormece el intelecto en el ambiente solemne que produce un oficio en el templo, a fin de tomar por sorpresa y dominar a los participantes.

La luminosidad las velas, la música del órgano, la vestimenta festiva, los signos, las, figuras esotéricas, la magnificencia de las cintas y de los distintivos, etc., tienen la finalidad de aprisionar los sentidos.

Los francmasones saben perfectamente que a plena luz del dí­a todo este culto se volatiliza en una sombra ridí­cula, y por tal razón han ocultado temerosamente sus templos y sus ritos a las miradas "profanas".

Empero, lo decisivo se encuentra en el hecho de que la totalidad del contenido de estos ritos así­ como el simbolismo, proviene de concepciones judaicas y pro-asiáticas. Para disimular esto los "hermanos" tratan por lo general de presentar este culto como culto solar de raigambre germánica.

Estrechamente ligados a los actos del culto se hallan los sí­mbolos o alegorí­as de la Francmasonerí­a. Si el culto y el ritual deben ser interpretados como el marco y la introducción del trabajo francmasónico, los símbolos, en cambio, constituyen un elemento muchísimo más importante en la metodologí­a educacional de las logias. Ellos transmiten en forma incisiva e intuitiva las ideas francmasónicas básicas.

Para la educación escalonada y progresiva de la Francmasonerí­a es fundamental que se pueda modificar y profundizar el significado de las alegorí­as según la necesidad y el grado dentro del cual se trabaja. Fuera de ello, los sí­mbolos aportan al templo una nota misteriosa.

La mayor parte de las imágenes alegóricas y didácticas giran alrededor del sí­mbolo de Jehova y de su templo salomónico. La cantidad de parábolas del Antiguo Testamento, las palabras y usos hebraicos, la mística numérica y los conceptos cabalí­sticos que contienen el ritual de los francmasones, es grande.

Del caudal de leyendas judaicas, de las concepciones y de los relatos del Antiguo Testamento que desempeñan un rol en la Francmasonerí­a mencionaremos solamente la construcción de la torre de Babel y del templo de Salomón, así­ como la leyenda de Hiram. Las palabras e inscripciones hebraicas de la Francmasonerí­a son entre otras: Adonai, Jahve, Jehova (en forma de tetragramatón hebraico), Tubalkain (Señor de la Creación, Señor de la Tierra), Schibboleth (Jueces 12, 5 y 6), Jain (11 Grado), Boas (2º Grado), Mac Benac (3º Grado). Entre los sí­mbolos judaicos desempeñan un papel especial: la alfombra de trabajo como. alegorí­a del templo salomónico, las dos columnas del atrio del templo, Jakin y Boas, la corona áurea de Salomón, el candelabro de siete brazos, el arca de la Alianza, las Tablas de la Ley, las mesas de exposición del pan, el altar del incienso, la rama de acacia, el ataúd de Hiram y la estrella de seis puntas (Magen David)

Este ritual judí­o y su simbolismo lo consideraron alemanes de nuestro tiempo como imprescindible para la educación de los miembros de sus logias.

Todaví­a en 1931 una Gran Logia llamada nacional, se ocupó detalladamente de estos problemas, llegando a la conclusión de que no debí­a ser cambiado nada en el mismo. Así­ está expresado en una circular de la "Gran Logia Matriz de las Tres Esferas Mundiales", de octubre de 1931: “Se habí­a expresado el deseo de que en la sala preparatoria la Biblia no estuviere ya abierta en S. Juan 4. En este capí­tulo, el versí­culo 22 dice: "Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos: porque la salud viene de los Judí­os”.

"Estos pasajes fueron señalados como "espinosos" y se llegó a manifestar el temor que los maestres de S. Juan a consagrar, pudiesen sentirse afectados por ellos. Después de un análisis exhaustivo, la comisión del ritual llegó a la conclusión de que debí­a quedar en firme S. Juan 4, y el directorio escocés antiguo adhiere a esta opinión".

La misma Gran Logia demostró un año más tarde su falta de veracidad al hacer reproducir sus templos, adornados por banderas nacionales, COMO sitios de festividades populares y nacionales, en un gran diario ilustrado.

Entre los signos didácticos propiamente dichos, ocupa el primer lugar la llamada alfombra o tapa. Esta constituye el punto central de la logia, sobre la cual se encuentran los ornamentos (designación francmasónica para los sí­mbolos y las imágenes didácticas) de la misma, las herramientas y las demás imágenes alegóricas. La alfombra encarna la reproducción del templo salomónico y difiere según el grado para el cual está destinada. Para el primero y el segundo grado, en la logia de S. Juan, corporiza al atrio del templo Salomónico con las dos columnas Jakin y Boas. De acuerdo con la leyenda, junto a estas dos columnas, los aprendices y oficiales ocupados en la construcción de aquel se habrí­an reunido los dí­as de pago, a fin de recibir allá­, contra la enunciación de la palabra de pase (contraseña), el salario que les correspondí­a.

Por esa razón, en el templo de la logia, los aprendices se reúnen bajo la supervisión del primer guardián en aquella esquina de la alfombra, donde está representada la columna Jakin. Junto a la columna Boas se hallan parados los oficiales, bajo la supervisión del segundo guardián. Jakin y Boas constituyen al mismo tiempo las palabras de reconocimiento del grado de aprendiz y de oficial. Por encima de la columna de los aprendices, la tarea a desarrollar en la piedra bruta está representada por un martillo de punta aplicada a la misma, mientras que por encima de la columna de los oficiales se hace visible la piedra ya tallada. Alrededor de esta alfombra y sobre la misma, el aprendiz, el oficial y el maestre realizan “en ocasión de su consagración y ascenso”, los tres viajes simbólicos.

Otros sí­mbolos importantes lo constituyen las "tres grandes luces" de la Francmasonerí­a: la Biblia, la Escuadra y el Compás. Las columnas fun­damentales de la Francmasonerí­a son "La Sabidurí­a", "La Fuerza" y "La Belleza", mientras que las "tres pequeñas luces" son el Sol, la Luna y el Maestre de la Silla. La herramienta mediante la cual el Maestre de la Silla co­noce la logia, es el martillo. Mediante tres golpes de éste, el Maestre inicia y da término al trabajo.

El significado de los distintos sí­mbolos no puede ser analizado aquí­, dado que ello implicarí­a una obra de varios tomos. Para el francmasón cada una de las imágenes alegóricas constituye un signo de recordación doctrinaria así­ como de extensas disquisiciones filosóficas. Solamente con referencia al significado de los símbolos de la alfombra del aprendiz existe, junto a muchas otras, la obra en dos tomos de un "hermano" de nombre Gloede titulada "La Ciencia de la Orden desarrollada sobre la Alfombra del Aprendiz". También el, francmasón Gloede certifica que la Cábala, con su mística y simbolismo numéricos, y con la geometrí­a en ella contenida, desempeña el papel capital en el ritual francmasónico.

En cuanto a los sí­mbolos, el Léxico Internacional francmasónico de Lenhoff Posner, dice lo siguiente: "El sí­mbolo actúa dentro de la liga ante todo como medio de organización interna. En otro pasaje se hace notar que la Liga no constituye una Liga mundial de conducción uniforme. A pesar de ello, existe una conexión espiritual. Su puente lo constituye el común simbolismo de la obra. La imagen didáctica de la construcción del templo es comprendida de igual manera por todos los francmasones, por más que puedan diferir los sistemas de trabajo de los distintos grupos.

El sí­mbolo facilita el trabajo espiritual de la Logia por su poder de intuición y es capaz de abrir también a los menos desarrollados, mundos que de otra manera se mantendrí­an cerrados para ellos. Equipara los niveles espirituales de desarrollo y genera una atmósfera de similitud del pensamiento, que una alianza erigida sobre una base tan amplia como es el caso de la Liga francmasónica, necesita imprescindiblemente.

Se reconoce aquí­ con toda claridad el principio esencial de la unificación espiritual de los "hermanos", en toda la Tierra mediante el concurso del simbolismo francmasónico. La antigua edición del Manual General de la Francmasonerí­a de la que ya hemos hecho referencia afirma que "La Francmasonerí­a tiene en sus formas una lengua que entienden todos los pueblos de la Tierra. Dejad que hurones y araucanos, jacutos y malayos, berberiscos y cafres penetren en nuestros salones, y ellos serán conmovidos viva y profundamente por la seriedad y la dignidad, por la plenitud vital y la belleza espiritual de nuestros signos, usos e instalaciones. Entrarán gozosos en nuestra cadena.

El Manual cita a continuación el trabajo "Los Tres Grados de S. Juan de la Logia Matriz Nacional de las Tres Esferas Mundiales" y reproduce el siguiente pasaje: "El Masón principiante no debe olvidar nunca que casi todo sí­mbolo posee un doble significado: uno moral y uno misterioso". El contenido del significado moral puede ser pasado por alto. Pero son interesantes las disquisiciones acerca del significado misterioso de los sí­mbolos, dado que, con una claridad desacostumbrada en otras ocasiones para las explicaciones francmasónicas, nos suministran una visión de la metodologí­a educativa de la Francmasonerí­a: "El significado misterioso de los símbolos es un caso diferente. Se refiere en parte a lo interior, en parte a la historia de la Liga. El aprendiz llega a saber al respecto solamente signos insinuantes, nunca empero una explicación completa, porque tampoco lo más pequeño puede ser desarrollado o comprendido enteramente, sin abarcar todo. El hermano asiduo, fiel y virtuoso recibirá por parte de su Maestre ante cada paso adelante que da la necesaria instrucción. En su justo tiempo, se le abrirá en una única revelación el punto de vista desde el cual tendrá una visión de conjunto del sentido oculto de cada símbolo y su secreto encadenamiento sin dificultades y sin peligro de errar.

El aprendiz ha de compenetrarse antes que nada de lo siguiente: 1º To­dos los actos que es permitido realizar dentro de la Logia están exactamente prescritos. A la persona de espí­ritu pequeño le parece esto una simple niñerí­a por lo menos, una vací­a formalidad: ¿con qué fin acciones que en si parecen anodinas han sido sometidas a una norma tan rigurosa? 2º Los jeroglí­ficos y ritos misteriosos tienen a menudo más de un sentido. Por consiguiente, el que haya aprendido un significado no debe imaginarse que ya no necesita en adelante prestar atención a los mismos. Es posible que en un grado más elevado se le haga conocer otra interpretación, que quizás nunca hubiera sospechado. Esto no es ni obstinación ni inconsecuencia, sino un modo de proceder calculado absolutamente según la naturaleza de las cosas y del alma humana. 3º Al observador atento le parecerá que más de un detalle de los sí­mbolos se contradicen entre sí. Pero también esto está hecho probablemente­ a propósito, constituyendo una consecuencia de conducir al educando de nuestra Liga solo paulatinamente hacia adelante, de agudizar su poder de observación y de ejercitar su perseverante paciencia."

En estas frases se halla resumido lo sustancial acerca de la finalidad de los sí­mbolos. Se advierte claramente cómo el aprendiz es acercado paula­tinamente a los fines de la logia. Resulta sumamente ilustrativo el pasaje donde se sostiene con toda franqueza que los símbolos son explicados exprofeso de manera contradictoria y que con ello el educando ha de ser estimulado a la reflexión sobre su sentido. Se logra de este modo dos cosas, por un lado, puede llevarse a cabo de inmediato, una selección entre los "hermanos" que se conforman con la interpretación oficial y que, por lo tanto, se manifiestan como inservibles en el sentido de la logia. Estos "hermanos" quedan retenidos en los grados inferiores. Pero aquel "hermano" que recurriendo a la biblioteca de la logia trata a tientas de ir adelante por propio esfuerzo, procurando dilucidar sus dudas, demuestra que ha compren­dido el sentido de la educación de sí­ mismo también en este terreno. No es posible que llegue a parar en caminos extraviados dado que el sí­mbolo, en su verdadero significado, le señala solamente una orientación perfectamente determinada. La segunda ventaja que la logia logra con esta táctica consiste en que la Francmasonerí­a se halla siempre a cubierto de ataques del mundo exterior, bastándole para ello invocar las explicaciones e interpretaciones ofi­ciales que ella misma ha formulado. Las interpretaciones de los "hermanos” pueden así­ ser rechazadas en cualquier momento como opiniones privadas.

***

Junto al culto y al simbolismo, como tercer medio de la educación francmasónica, ocupa un lugar principal la disertación, el discurso de la logia. El ritual, el simbolismo y el ideario francmasónico son interpretados y comentados en ella. Su formulación cuidadosa la elección de la materia - que en cada caso debe ser adecuada al grado correspondiente, son consideradas de supremo valor. En el Manual General leemos: "Las asambleas en las logias se realizan a fin de hacer conocer a los miembros de la Liga los más altos fines de la misma y de familiarizarlos con ellos. Los más altos fines de la Liga son: noble humanidad, esto es, cultura humana y filantropí­a, y cosmopolitismo. Este contenido espiritual de la Francmasonerí­a es representado primeramente mediante imágenes y ritos alegóricos y luego explicado por la palabra.

La oratoria francmasónica tiene, por consiguiente, la finalidad de exponer y fundamentar las intuiciones y las ideas básicas de la Francmasonerí­a. Elevación y asociación constituyen las características principales de la obra y, por lo tanto, también el discurso francmasónico es constructivo, edificante. Debido a esta expresión figurada, las conferencias y los discursos francmasónicos son denominados "diseños" y "bloques de construcción". Ellos contienen planos de construcción, de acuerdo con los cuales ha de ser comenzada y perfeccionada la erección del templo de la Liga y la vida individual de los hermanos. Cada uno de estos discursos es un bloque de construcción, que ha de ser insertado en la obra general o individual."

La selección de las conferencias se halla a cargo del "hermano" orador. El designa cuando no las dicta a los expositores. Podría definírsele como jefe de adoctrinamiento de la logia.

Estas conferencias constituyen, en cuanto al tiempo la parte principal del trabajo del templo. Es obvio resaltar la decisiva incidencia que ellas tienen sobre el condicionamiento de la mente de los "hermanos" a quienes dirigen según las intenciones de la logia.

El cuarto medio auxiliar de la educación lo constituye la extensa literatura francmasónica que poseen las distintas bibliotecas de las logias. El "hermano" bibliotecario cuida que el "hermano" ávido de aprender lea únicamente aquellas obras que corresponden a su grado francmasónico.

Con esto han sido caracterizados los rasgos principales del trabajo educa­tivo francmasónico. Cabe hacer notar que dicha tarea es facilitada por el hecho de que el "hermano" es incorporado gradualmente a un cí­rculo de per­sonas que viven dentro del mismo mundo de ideas y que se hallan unidas por largos años de trato social y familiar, lo que les otorga el carácter de una camarilla herméticamente cerrada.

LA FRANCMASONERIA Y LOS DEMAS PODERES SUPRAESTATALES

1º FRANCMASONERIA E IGLESIA

Los intentos del catolicismo, principalmente en el siglo XVIII, de tornar inoperante a la Francmasonerí­a por descomposición interna mediante la infiltración, ya han sido mencionados.

Bien pronto, sin embargo, los círculos clericales competentes se percataron de que con la Francmasonería les habí­a surgido un adversario peligroso que, en realidad, debí­a ser considerado como contra-iglesia. De este modo, comenzó tempranamente la lucha del Papa y de los jesuitas contra el francmasonismo.

La primera acción en tal sentido se inició en 1737 a través de la Inquisición, hallando su conformación oficial en la Bula contra la Francmasonerí­a promulgada el 28 de abril de 1783, llamada In eminente, por el Papa Clemente XII. Ella condenaba la sociedad de los francmasones y sus reuniones secretas, bajo pena de inmediata excomunión. En esta Bula se señala que en la Francmasonerí­a "hombres de todas las religiones, a través de la apariencia usurpada de una cierta especie de rectitud natural, se unen entre sí por una alianza estrecha y misteriosa de acuerdo con leyes y ritos fijos, actuando simultáneamente en forma oculta, mientras que tanto por un juramento prestado sobre las Santas Escrituras, como por la amenaza de graves castigos, son obligados a un silencio inquebrantable.

Desde esa época, la lucha prosiguió en todos lados con indeclinada vehemencia. Una segunda Bula contra la Francmasonería, (providas) fue promulgada por Benedicto XIV, en el año 1751. Lennhoff Posner escribe al respecto: "Las consecuencias de esta bula fueron en algunos paí­ses aún de mayor trascendencia que las de la primera. En España los francmasones fueron encarcelados por la Inquisición. Fernando VI dispuso por un decreto la extradición de todos los miembros de la Liga como incursos en alta traición. El franciscano Fray Joseph Torrubia, censor y revisor de la Inquisición en Madrid, después de, haber sido dispensado de antemano por el penitenciario papal de la promesa de silencio, se dejó incorporar a una logia y calificó luego, en un escrito acusatorio, a los francmasones como sodomitas y magos, herejes, ateos y sediciosos, que para mayor glorificación de Dios y para el fortalecimiento de los creyentes deberí­an ser quemados en un edificante auto de fe. En Nápoles, Portugal, Danzig, Aquisgren, Avignon, Saboya, etc., y desde 1784 también en Baviera, la Francmasonerí­a estuvo igualmente expuesta a persecuciones".

A estas dos Bulas siguieron otras con el correr del tiempo, así­ como declaraciones y escritos de diversos organismos eclesiásticos y de entidades católicas contra la Francmasonerí­a.

A pesar de estos antagonismos fundamentales, estas dos grandes orga­nizaciones supraestatales han mostrado ya esbozos para una unificación, sobre todo cuando se trataba de hacer inofensivo a un adversario que amenazaba con devenir peligroso para ambas. De este modo, en 1928, se celebró la llamada "Conferencia de Aquisgren" entre el investigador católico de la Francmasonerí­a, el jesuita Hermann Gruber, y los francmasones Ossian Lang, Eugen Lennhoff y el Dr. Reichl, que tuvo como objetivo una tregua. Se acordó "elevar la contienda desde el terreno considerado como único desde ambos lados por decenios, el de la campaña polí­tica de mentiras y calumnias, al nivel superior de la lucha crítico “cientí­fica del espí­ritu."

Desde entonces Gruber y algunos importantes personajes francmasónicos intercambiaron documentos conteniendo amistosas reflexiones "cientí­ficas" y criticas literarias. La lucha contra el Fascismo y el Nacionalsocialismo también ha acercado entre sí­ a estas dos organizaciones supraestatales. (23)

2º Francmasonerí­a y Judaí­smo

Como ya hemos analizado las relaciones de la Francmasonerí­a con el judaí­smo son indisolublemente estrechas y multiformes. Resumiendo puede decirse:

a) Los fundamentos espirituales, simbólicos y rituales son orientálicos-judaicos. Su glorificación de Yahve y su simbolismo de la obra del templo salomónico, representan la concentración de la voluntad de poder judí­a. La totalidad de sus parábolas, leyendas y relatos, su magia de números y nombres han sido tomados del Antiguo Testamento y de la Cábala. (24) A ese respecto es indiferente en qué momento estos componentes han tenido entrada en la francmasonerí­a.

b) En las discusiones del problema judí­o en las distintas logias de tendencia humanitaria y cristiana, el mismo fue tratado únicamente como problema de confesión, nunca como problema de raza. Las dos Grandes Logias de Alemania que debido a su "especie didáctica'' cristiana no admití­an judí­os como miembros sino únicamente como visitantes, lo expresaron reiteradamente. Así­ la Gran Logia Matriz Nacional de las Tres Esferas Mundiales afirmaba en una nota dirigida, al Gran Oriente Holandés: "reconocemos con Vds. el principio de que la exclusión de los israelitas de nuestras logias no es compatible con la esencia fundamental de la Francmasonerí­a y abrigamos la segura esperanza de que estas barreras han de caer en tiempos no demasiado lejanos en nuestra Liga”.

Los judí­os bautizados fueron admitidos sin más en las logias cristianas como "hermanos equivalentes".

c) También desde el punto de vista de su composición racial la Francmasonerí­a está completamente judaizada. Que ello se pone de manifiesto especialmente en la creación de altos grados judaicos y en los consejos superiores, ya se dijo. La política unitaria de estos judí­os de alto grado está asegurada por el hecho que simultáneamente son miembros de las organizaciones paralelas judaicas, tales como la Orden B`ne B'rith y la Alliance Israelite Universelle. De este modo, el lord francmasónico de Inglaterra tira de la misma cuerda que el judí­o de logia norteamericano, junto con los judí­os que mueven los hilos y los francmasones judaicos dentro de las organizaciones de la Liga de las Naciones.

3º Francmasonerí­a y Marxismo

Los miembros de la Francmasonerí­a provienen predominantemente de los cí­rculos, de la burguesí­a liberal democrática. (En este sentido no cambia en nada el hecho que en las Grandes Logias "prusianas antiguas” una parte de los miembros adoptara formalmente una actitud patriótica y de fidelidad al Kaiser).

Empero se ha puesto en evidencia que precisamente dentro de las organizaciones políticamente más activas de la Francmasonerí­a, en los sistemas de altos grados y en los consejos superiores, los judí­os a través de su afiliación simultánea con las más diversas asociaciones de la subversión bolchevique, introducen en la Francmasonería el marxismo. (25)

La historia nos muestra reiteradamente que la Francmasonerí­a no sólo se opone filosóficamente a los principios fundamentales de las formas de gobierno nacionalistas y populares sino que ha desempeñado un rol decisivo en la destrucción de los Estados auténticamente comunitarios y en la imposición violenta de los regí­menes demoplutocráticos primero y bolcheviques después.

Que la gran masa de los francmasones no tenga conciencia del trabajo preliminar que están realizando en beneficio de la subversión marxista, carece de importancia en la práctica. La aseveración ingenua de no haber tenido la intención de fomentar un fenómeno de tal naturaleza, hasta ahora únicamente ha contribuido a impedir la aclaración de la verdadera í­ndole de los hechos. Tampoco habla en favor de la Francmasonerí­a el que a veces formalmente el bolchevismo se le ha opuesto. Esto tiene lugar, por otra parte, sólo recién cuando el marxismo tiene el poder en sus manos.

Cuando se comprobó que numerosos comunistas franceses pertenecí­an a logias francmasónicas, se dictó en 1923, la siguiente resolución del 4º Congreso de la III Internacional: "Es necesario que los órganos directivos del Partido corten todos los lazos de unión que conduzcan al estamento burgués, y que lleven a efecto en forma radical la ruptura con la Francmasonería. El abismo que separa al proletariado de la burguesí­a debe llegar a constituir conciencia plena del Partido Comunista. Pero una fracción de los elementos conductores del Partido, ha tendido a través de ese abismo puentes camuflados, habiéndose servido para ello de las logias francmasónicas. La Francmasonerí­a constituye la más desleal e infame opresión del proletariado por parte de una burguesí­a con tendencias radicales. Nos hallamos forzados a combatirla hasta lo último."

Ya anteriormente Trotsky habí­a sentado su posición a esta cuestión. En febrero de 1923, el Diario francmasónico de Viena, escribió: "Moscú. En el diario Izvestia de acuerdo, al Times, Trotsky pronunció un juicio aplastante, pero seguramente no fundado en informaciones verí­dicas Y por lo tanto injusto, sobre la Francmasonerí­a francesa, a la que califica, por su influencia reaccionaria, como un bubón pestoso para el comunismo, al que amenaza envenenar eternamente: "La Francmasonería francesa es la enemiga capitalista del comunismo; ella es tan retrógrada como la Iglesia y el catolicismo. Ella embota la acrimonia de la lucha de clases mediante misticismo, sentimentalismo y todo un fárrago de fórmulas morales y es apoyada únicamente por banqueros, intrigantes polí­ticos parlamentarios, periodistas venales etc." (26).

El periódico francmasónico de referencia comenta estas manifestaciones en el número de marzo a abril de 1923: Pero la resolución de Moscú ha hecho poco impacto en los comunistas franceses que pertenecen a la Francmasonerí­a. Hace poco se han reunido a fin de debatir la particular situación en la que han sido colocados por las resoluciones de Moscú. A pesar de la prohibición por parte de la oficina polí­tica del partido comunista estuvo presente un gran número de delegados. Después de un prolongado examen se resolvió seguir siendo francmasones. Al Comité Directeur le fue enviada una nota en la cual se peticiona que exija de la oficina ejecutiva de Moscú la revocación de la resolución."

Acerca de este asunto veamos lo que escribió el periódico francmasónico Le Symbolisme, editado en Parí­s por el integrante de la logia "Travail et Varis Amis Fideles" y miembro del Consejo Superior de Francia, Oswald Wirth: "Moscú no quiere admitir que se sea al mismo tiempo comunista y francmasón, ya que el comunismo tiene su ortodoxia, su absolutismo y especialmente su disciplina. Esta última, que constituye el poder de las fuerzas armadas, es también el de un partido instruido militarmente con miras a la conquista del mundo.

La Francmasonerí­a, que honra a todas las convicciones honestas, permite también que entre sus prosélitos haya comunistas. Ella considera al comunismo en su forma pura como un ideal que se puede perseguir para atenuar el excesivo individualismo que padecemos. El ser humano sueña con una solidaridad de la humanidad, con una mitigación de la lucha por la vida. Los francmasones se abandonan en este sentido a los más hermosos sueños, por cuanto se imaginan a la humanidad reunida fraternalmente en una inmensa familia. Espero, aún cuando el francmasón no reconozca límites al concepto de su ideal, sabe sin embargo, como obrero del programa, que solamente mediante el trabajo se puede alcanzar algo. Pero el trabajo que quiere alcanzar algo, debe comenzar en el hombre mismo. Si deseamos llevar a la realidad nuestro sueño, practiquemos cada uno de nosotros el ideal que nos anima del modo que nos sea posible.

Si el comunismo nos atrae, ensayemos entonces de practicarlo dentro de nuestra propia y modesta situación actual. Hablemos con dulzura mediante tal ejemplo en lo pequeño y demos la prueba de que el comunismo, a pesar de las tentativas infructuosas de los primeros cristianos, es posible. Una primera experiencia feliz llamarí­a la atención y el mundo serí­a convertido poco a poco. Tal es el procedimiento masónico, Él está basado en el tallado de las piedras humanas para su destino dentro de la obra. Lento pero seguramente este procedimiento hace depender la obra de la utilidad de los materiales necesarios a la misma El sueño debe ser puesto a prueba en la vida; será juzgado únicamente por los resultados alcanzados.

El partido comunista tiene menos paciencia. El cree en la efectividad de las proclamaciones y se hace la ilusión que aquello que ante todo constituye una ordenación moral, pueda ser impuesto por la fuerza mediante el poderí­o de un ejército rojo. Por consiguiente tiene completa razón en excomulgar la Francmasonería, porque si bien nosotros respetamos el sueño comunista, no nos podemos dejar alinear dentro de una organización que ensalza los procedimientos menos meditados con precisión." (27).

Junto a los pronunciamientos en favor del "comunismo en su forma pura", interesa de lo que antecede especialmente los métodos mediante los cua­les los cí­rculos francmasónicos tienen la intención de conducir a la humanidad hacia ese “ideal”. Confesiones tales como que el tallado de las piedras de la humanidad debe ser interpretado también polí­ticamente, son sumamente aclaratorias.

De los pasajes reproducidos, se desprende además, que los representantes de estos altos grados políticamente activos, solamente se sienten contrariados por las, según su opinión, demasiado superficiales y apresuradas medidas del comunismo. Mientras la Francmasonerí­a no habí­a reconocido aún en el Fascismo y en el Nacionalsocialismo los enemigos mortales del comunismo y de la Francmasonerí­a mundiales, los francmasones subrayaron a menudo la diferente metodología entre ella y aquél. Pero en el momento en que el mundo se dividió en dos campos, los "antagonismos" fueron olvidados.

Se llega así­ a una polí­tica de frente "popular" francmasónico, debido a la tarea de arbitraje del Gran Oriente francés, y bajo cuyo signo se concretan las nuevas alianzas de la Francia judí­a y de las democracias y cí­rculos de la Liga de las Naciones por ella inspirados con la Unión Soviética. Se completa de tal modo el frente defensivo común del bolchevismo y de la Francmasonerí­a internacionales (cuyas respectivas direcciones se hallan, como vimos, absolutamente controladas por el judaí­smo), contra el Fascismo y el "Germanismo”.

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