EL SILENCIO, SU FALTA EN LA VIDA PROFANA

Por: Oscar Armando Peris (Ap)

Igualdad 133, GLSP

Hoy en día, en el devenir de la vida profana, el silencio es escaso, es difícil de encontrar y hasta es visto como algo indeseado o nocivo. Tanto se refleja ello en todos los aspectos de la vida cotidiana en general que las personas buscan evitar EL SILENCIO de cualquier modo y en todo momento. Televisores en los bancos, música en los autos, los ómnibus, los negocios, los pasillos y aún en la calle. Televisores o radios presidiendo las comidas familiares, niños estudiando con música estridente emanando de auriculares que llevan puestos. Entonces, con tanto aturdimiento, no es extraño que la reflexión falte y que el pensamiento reflexivo sea casi inexistente. y como resultado las personas hablan, responden, juzgan, hieren, califican, halagan o desmeritan sin antes haber meditado, aunque sea brevemente. El común de las personas solo se guía por las apariencias, por lo inmediato, por la ilusión de lo visible, alejándose así de la verdad. De todo eso nace el simple barullo, el “hablar por hablar”. En la generalidad de los ámbitos profanos, se tiene por inteligente al que habla mucho, y muchas veces al que cuida su palabra se lo tiene por apocado o hasta por tonto. Así es que la “falta de silencio”, el barullo, impide la reflexión y lejos de ser combatido en la sociedad actual es bien visto y hasta fomentado. Solo mirar a quienes hoy se nos presentan como “paradigmas” sociales, pone ello en evidencia. Es lamentable, pero es cierto.

EL SILENCIO. UN VALOR AMPLIAMENTE RECONOCIDO PERO OLVIDADO.

Históricamente, podríamos decir en todas las civilizaciones, el SILENCIO ha sido tenido como una virtud, como una herramienta y símbolo de la sabiduría, como reveladora de prudencia y claro indicativo de que quien lo practica es alguien que se halla empeñado en buscar el conocimiento y, a través de éste, la verdad o verdades particulares. - Aunque esto es sabido, o mejor dicho “conocido” en forma general, casi nadie lo tiene presente relegando ese valor al rincón de las ideas olvidadas.- Ese olvido del valor del silencio hace que no seamos capaces de darnos cuenta de la importancia en la comunicación social. En un trabajo de un H.: Mas.: de nombre Emilio Castell del Oriente de España, éste señala que en la comunicación oral la palabra solo ocupa un 20% del total, otro tanto, conjuntamente el ritmo y el tono y por último, un 60% los silencios. Nos expresamos más con los gestos, posturas y miradas que no con el uso de la palabra hablada.

UNA BREVE MIRADA AL PASADO.

Aunque incompleto, el estudio que pude hacer de las antiguas sociedades o instituciones iniciáticas me muestra claramente que el SILENCIO es pilar esencial de casi todas ellas. De hecho, en muchos trabajos o reflexiones sobre el SILENCIO al que indican como una “Ley iniciática”.- Especial relevancia tiene para nosotros la ESCUELA PITAGÓRICA, que contaba con alumnos exotéricos y esotéricos. Los alumnos esotéricos, que inicialmente estaban sometidos a un noviciado, vivían internados. El noviciado correspondía al primero de tres grados, este primer grado era denominado el “Acústico” y duraba por lo menos tres años. Durante él los novicios debían guardar silencio como práctica de purificación y preparación para recibir la iluminación. Se dice además que esta disciplina se implementó para que tuvieran tiempo de pensar en cuestiones realmente importantes y para conocerse a sí mismos, adentrase en sus propios pensamientos y hacerse preguntas sobre el origen de todas las cosas.- En el budismo, igualmente, el silencio tenía fundamental importancia lo que está ilustrado por Sidharta Gautama quien dijo: “El silencio tiene su lenguaje, sabe hacerse entender”. Más contemporáneamente, un orador y escritor de la India, de nombre Jiddu Krishnamurti, decía sobre el silencio: “..La percepción alerta, la comprensión, es un estado de la mente de completo silencio, silencio en el cual no existe opinión, juicio ni evaluación alguna. Es realmente un escuchar desde el silencio. Y es sólo entonces que comprendemos algo en lo cual no está en absoluto envuelto el pensamiento. Esa atención, ese silencio, es un estado de meditación…”

Otro pensador Oriental, Lao Tse, quien en sus reflexiones buscaba conocer el orden natural de las cosas, daba especial importancia al silencio, lo que se refleja en la afirmación que hacía diciendo: “El silencio es la Gran Revelación”.

También los aborígenes Guaraníes apreciaban el silencio como valor relacionado con la hombría y la libertad. Así está reflejado en la concepto del Yo: “ku imbaé” que quiere decir “DUEÑO DE SU LENGUA”, mostrando claramente la subyacencia de una disciplina esotérica en la concepción del hombre que indica la necesidad de la libertad y para ello la de ser dueño de sus expresiones. - Debemos también recordar que el carácter severamente secreto de las ordenes iniciáticas de la antigüedad hacía que el silencio sea una elemento apreciado e indispensable para su integridad y supervivencia, pero entiendo que ese “silencio” tiene que ver más con la DISCRECIÓN que con la introspección especulativa.

EL SIMBOLISMO DEL SILENCIO EN EL APRENDIZ DE MASÓN

Los tres pasos de la marcha del primer grado hacen clara alusión a los tres viajes realizados en nuestra iniciación.- Estos viajes representan también las tres etapas que debemos atravesar en nuestra instrucción simbólica dentro de la orden. Cada una de ellas está marcada por el conocimiento y dominio de las tres artes fundamentales: La Gramática, la Lógica y la Retórica.- La GRAMÁTICA es el arte de conocer las letras, sin su conocimiento no podremos progresar en las demás que pertenecen a los grados superiores de la masonería simbólica. Solo conociendo las letras podremos hacer uso de ellas combinándolas correctamente (lógica) para posteriormente hacer uso útil del verbo, por medio de la Retórica.- El silencio simboliza, según mi entender, la obscuridad presta a recibir la luz.- Pero, específicamente en el caso del Aprendiz el silencio es inherente a la esencia de su tarea: APRENDER y no se puede adquirir lo que no se conoce exteriorizando (es decir exotéricamente) sino interiorizando (esotéricamente) para lo cual el estado propicio (en silencio) es condición necesaria.- Investigando me encontré con que un Abad, de nombre HENRI STÉPHANE, quien es estudioso de las Tradiciones, expresó en un artículo titulado “ Silencio y existencia” que la palabra o el verbo solo puede caber en un espacio vacío que lo conforma el silencio y afirma que antes del Verbo, todo era silencio. Entonces, a la luz de esa reflexión, que adhiero, aprehendo la idea de que el silencio también simboliza el Principio Creador.- En el capítulo 1, versículo 1 del Evangelio de San Juan, se lee: “En el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” lo que revela la UNIDAD de la verdad, y que ésta, siendo uno el conocedor y quien conoce, en su forma pura y primigenia es silenciosa.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL SILENCIO

Aunque la realidad es única, su manifestación y reflejo es siempre dual, y el SILENCIO no escapa a la dualidad del mundo exterior.- Así, el silencio entendido como el no hablar voluntario, según el uso que de él se haga puede ser una virtud, o un vicio.- No es virtud cuando sirve para callar la protesta ante la injusticia, o para causar daño. En tal sentido GHANDI decía: “Lo más atroz de las cosas malas de la gente es el silencio de la gente buena”, expresado en sentido similar por MARTÍN LUTHER KING al decir: “Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos”. Estas ideas expresadas por pensadores gravitantes en la historia son muy ilustrativas de la cara oscura del silencio, y nos recuerda que la especulación no debe aplacar la operatividad al punto de evitar el bien o facilitar el mal.- Pero, habiendo rememorado el contraste, la “baldosa negra”, quiero volver a la blanca, pues es el deseo de mejoramiento el que me motiva en mis trabajos, por ello quiero resaltar que el silencio no solo es el caldo primigenio donde se genera el bien, sino que además es vehículo de la virtud y herramienta del aprendizaje. En el silencio podemos meditar, y la meditación nos ayudara a ser dueños de nosotros mismos, a ser LIBRES.

CONCLUSIÓN:

Se dice de la Columna donde trabajamos los Aprendices, que es la del silencio. Al trabajar en el trazado de esta plancha he reafirmado como conocimiento lo que intuía: el silencio de mi grado, lejos de ser una pena, una restricción o un signo negativo de jerarquía o indicativo de inferioridad, es una oportunidad plena de aprender, bajo el manto de la fraternal guía de hermanos mayores quienes lejos de ver nuestros errores como defectos, los usan para enseñarnos a pensar por nosotros mismos.