Por: Juan Carlos Del Real
La edad de piedra
sirve para catalogar el inicio de la evolución humana. Aquella evolución en
donde la raza comenzaba a cobrar conciencia sobre su poder de manipular el
entorno y de usar lo provisto para su beneficio o destrucción. Aquí el hombre
comienza a pensar en lo que una simple piedra que servía como obstáculo en su
diario caminar, ahora es una potente herramienta que le suministrara alimento y
facilitara sus tareas ante la sociedad.
La estética aun no
existía. La belleza se acababa de concebir como un futuro heredero de la
evolución humana. La eficacia de las tareas era lo único que ocupaba la mente
de aquellos que rasgaban el pensamiento. Me atrevo a decir que la piedra le
mostró al hombre cómo evolucionar.
Y es que la piedra,
siendo un material difícil de manipular, áspero, tosco, burdo, incompleto,
sucio y ordinario logro hacer de las tareas del hombre un arte.
Dentro de la Masonería
muchos de los símbolos que decoran nuestro taller, hacen alusión a la profesión
ejercida por los albañiles o masones de la edad media, entendiendo que la
definición material de estos últimos, es la de aquel que fabrica a cal y canto.
Y ubicándonos, imaginariamente por un momento sobre esta época, podemos
apreciar cómo era necesario que un maestro develara la forma adecuada en la que
un aprendiz debía labrar su piedra para dar forma a ésta y transformarla en el
útil material para edificar tan altos ideales.
Sin importar si nos
ubicamos en el inicio de la evolución humana o a finales del perfeccionamiento
arquitectónico. La trascendencia de la materia prima es esencial.
LA PROMESA DE LA
PIEDRA
Sin más rodeos. Es
imprescindible exaltar la representación Masonería que la PIEDRA BRUTA tiene
para con los Aprendices, y es que es precisamente esta evolución y
aprovechamiento de sus elementos lo que hace la diferencia para que cada
individuo pueda ver en una piedra sin forma la promesa de una piedra cúbica.
Sabido es que
durante nuestra carrera masónica, las enseñanzas develadas tienen que ir de la
piedra bruta a la piedra cúbica. Ya que la piedra bruta simboliza el estado de
imperfección en el que nos encontramos, no solo los Aprendices de Masón sino
todos los seres humanos, sumergidos en el mar de la ignorancia y la
conformidad.
La irregularidad y
las asperezas de la piedra bruta simbolizan las pasiones del Ser Humano. Son
todas aquellas características que
delimitan el crecimiento y evolución del individuo atándolo
irrefutablemente a los vicios que tanto
queremos destruir.
Es precisamente este
pensamiento el que nos puede explicar mejor nuestra tarea de desbastar la
piedra bruta. Ya que nuestra labor como Aprendices es la de remover estas
impurezas para que poco a poco, por medio de la perseverancia, el estudio y el
trabajo continuo logremos obtener la piedra cúbica escondida bajo los sobrantes
de la piedra bruta.
La belleza de la
irregularidad se encuentra en la potencia de la imaginación. Lo más importante
que hay que recalcar de la piedra bruta es que en ella se encuentra el objetivo
que queremos conseguir. Lo cual, analógicamente nos demuestra que en nosotros
mismos se encuentran todos los elementos para conseguir LA VERDAD.
Una piedra sin forma
es un ideal no realizado. Los Aprendices con sus herramientas, sus anhelos, sus
investigaciones, su perfeccionamiento, son los Masones del mañana. En lo
personal, lo más importante de este símbolo es que encierra la belleza de una
promesa sin forma, en donde el esfuerzo que realice el artista sobre ella se verá
reflejado para admiración de los espectadores.
El verdadero Masón
es capaz de ver la belleza encerrada en una jaula de piedra bruta. Es capaz de
ver en su interior y notar la virtud, exaltada por su pronta liberación. Es por
esto que los Aprendices tienen encomendada la tarea de desbastar la piedra
bruta: para poder encontrar en ellos mismos las respuestas que el Gran
Arquitecto planteó. Para encontrar por medio del trabajo y la dedicación la
obra maestra que sus virtudes plasmaran en el mundo.
“La morada de Dios está hecha por la voluntad
de transformar lo burdo en perfecto”
2 comentarios:
Gracias hermano Juan Carlos por esta luz que me ayuda comprender la filosofía de la masonería.
Feliciano.
Gracias la virtud es ya no sufrir de nuestras propias decisiones.
Efrain Varela
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